Cabecero

Un poco de historia

Antes de ofrecerte nuestros consejos de decoración, volvamos a los orígenes de los cabeceros. ¿Sabías que, al principio, los cabeceros no tenían la función de ser decorativos? De hecho, su principal propósito era proteger a quienes dormían en la cama del frío de la pared. Por eso los cabeceros de época eran de madera, ya que es un buen aislante térmico natural y muy eficiente. Diseñados con patas anchas para crear un espacio entre la cama y la pared, permitían que el aire frío circulase por ese espacio sin afectar al durmiente.

¿Para qué sirven los cabeceros?

Hoy en día, los cabeceros tienen una función muy diferente a la que tenían hace años. Nuestros muros están mucho mejor aislados y el frío ya no alcanza la superficie interior. ¿Pero por qué ponerlos en nuestras habitaciones? Pues porque los cabeceros son elementos decorativos muy de moda. Son un verdadero plus en la decoración de una habitación, permiten vestir tu cama de la mejor manera posible. Si tienes una cama clásica con un diseño sencillo, un cabecero con diseños o formas originales puede marcar la diferencia. Cambiará completamente el ambiente de la habitación, ya sea moderno, tradicional o incluso con un diseño psicodélico.

Por supuesto, los cabeceros pueden complementar el estilo de tu dormitorio manteniéndose en la misma línea o, por el contrario, desmarcarse totalmente con un cabecero de colores y diseño diferentes al ambiente general de tu habitación. ¡Tú decides! Los cabeceros también son funcionales. Protegen tu pared y evitan golpes, marcas y roces.

Los cabeceros también pueden tener estanterías, nichos de almacenamiento que te permiten ahorrar espacio, y lugares cerca de tu cama para guardar tus libros actuales o tus gafas y otros elementos decorativos. Además, los cabeceros pueden tener un sistema de iluminación integrado, como focos. Muy práctico para leer por la noche. Además, te evitará levantarte de la cama para apagar la luz cuando estés cansado y listo para dormir.

¿Qué material elegir?

El material de tu cabecero dependerá del estilo que quieras darle a tu habitación. Por supuesto, los cabeceros de madera siguen siendo los más apreciados por su autenticidad y el carácter que aportan a tu decoración. Además, es un material resistente y robusto que potenciará una decoración demasiado clásica.

A pesar de lo que se pueda pensar, la madera no dará un aspecto anticuado a tu decoración, sino todo lo contrario, es muy moderna. El ratán, de estilo muy bohemio, es otro material muy apreciado por el diseño y originalidad que aporta a sus cabeceros. Con un color similar al de la madera, es una buena opción si quieres mantener colores marrones y añadir un toque extra al conjunto. Finalmente, para aquellos que quieran mantener un estilo chic, muy moderno y más clásico, los cabeceros de tela acolchados o capitoné son ideales. Además, puedes elegir su color: negro, blanco o gris para un dormitorio chic, o colores más cálidos como el rojo y el naranja para un ambiente más pop y combinarlo con tu